Kdrama: Goblin
En la época Goryeo, el rey Wang Yeo es manipulado vilmente por su consejero real que lo pone en contra de el general Kim Shin (Gong Yoo) traicionándolo y condenándolo a morir a él y toda su familia. Tras su muerte es convertido en un Goblin (duende, Dokkaebi) un ser inmortal en busca de venganza, pero pronto se da cuenta que fue castigado por derramar mucha sangre durante su vida pasada y es condenado a ver morir a todos sus seres queridos mientras el sigue vivo. Es entonces que va en busca de una salida, la única que le puede conceder la añorada muerte, la chica destinada a ser la "Novia del Ser Inmortal"
Sinopsis extraída de Drama Wikia.
Me duele el corazón, acabo de terminar este dorama, me tardé apenas dos días y ahora no se qué hacer por el resto de mi vida.
Esta historia nos presenta a Kim Shin, un general que sirvió a su país, pero que fue traicionado por el rey (quien estaba siendo manipulado por el consejero real) y asesinado por su propia espada. Y no sólo él, sino que también su hermana, quien era la reina en ese entonces.
Sin embargo, luego de su muerte, Kim Shin se convierte en un dokkaebi, un ser inmortal que solo encontraría el descanso eterno cuando su novia le sacara la espada que lleva enterrada en el pecho (solo ella podría verla).
Así es como llegamos a la actualidad, la novia del ser inmortal ha nacido y su nombre es Ji Eun Tak, una joven de 19 años que lleva una triste vida, viviendo con una tía que la trata casi como si fuese cenicienta y siendo rechazada en la escuela. Eun Tak una marca de nacimiento que le permite ver fantasmas y la conecta con Kim Shin.
¡Este dorama es hermoso! Me encantaron los personajes, la historia, el juego de la vida y la muerte, las vidas pasadas y todo lo que nos muestra.
Partamos por la protagonista femenina, Eun Tak, me encantó su personalidad alegre, vivaz, a veces infantil, creo que va directo a mi lista de protagonistas preferidas. Adoré verla crecer y madurar a medida que avanzaba la historia, sin perder su propia esencia. Kim Shin, nada que decir, un amor, acabé completamente enamorada de él, y sé que todos ustedes van a amarlo.
Vamos a ignorar que la pareja protagonista tiene diez años de diferencia en edad. Eso da miedo. ¡Ignórenlo!
La segunda pareja está compuesta por la Muerte y Sunny, debo decir que también fue interesante, era como tener otro drama dentro de un drama, si entienden a lo que me refiero. Fue demasiado emocionante descubrir cómo todo estaba conectado y ver este amor trágico e imposible avanzar, hasta un triste final feliz.
La Muerte o Kim Won Bin es otro de mis personajes favoritos en el drama. Él es el encargado de mostrar el camino al morir, pero sin embargo no recuerda nada de su vida, ya que para ser parca se debe haber cometido un grave pecado, que no pueden recordar.
Al comienzo se nos muestra como una muerte fría, pero luego vemos que tiene un corazón de oro, con él reí y lloré mucho. Algo muy agradable fueron las micro historias que se presentaban cuando La Muerte se llevaba a alguien, ver que habían otros esperando, o descubrir las distintas reacciones de la gente al morir, eran una suerte de pequeños cortos en medio de la trama principal.
Sobre la escenografía, como siempre muy bien trabajada. Los paisajes en Quebec fueron magníficos y me encantó el contraste que se generó entre Canadá y Corea, convirtiendo a esta primera ciudad en una suerte de rincón secreto, donde nuestros protagonistas podían encontrarse y ser felices lejos del drama que estaban viviendo. Algo así como: "Siempre nos quedará Quebec".
La banda sonora es otro de los puntos fuertes del drama (que por cierto, no tiene puntos débiles), estoy segura que amarán las canciones que envuelven la trama.
Y finalmente, los besos de este drama fueron los mejores, tenemos que agradecer a Goo Yon, quien desplegó todo su talento en las escenas más románticas de las serie. Es que siempre los besos de los doramas dejan mucho que desear, pero ¡no, señores! ¡Este no es el caso!
Les advierto que van a llorar, van a amar y van a sonreír con esta bella historia, los invito a tomar el desafío, pues sin duda no se van a arrepentir.
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