Reseña: La Forastera (Diana Gabaldon)
Recién acabada la Segunda Guerra Mundial, una joven pareja se reúne por fin para pasar sus vacaciones en Escocia. Una tarde, cuando pasea sola por la pradera, Claire se acerca a un círculo de piedras antiquísimas y cae de pronto en un extraño trance. Al volver en sí se encuentra con un panorama desconcertante: el mundo moderno ha desaparecido, ahora la rodea la Escocia de 1734, con sus clanes beligerantes y supersticiosos, hombres y mujeres rudos, a veces violentos, pero con una capacidad de vivir y de amar como Claire jamás había experimentado en su anterior vida. Acosada por los recuerdos, Claire tendrá que elegir entre la seguridad del futuro que dejó atrás y la apasionante incertidumbre del pasado que ahora habita. En esta primera parte de la saga de Claire Randall que continúa con Atrapada en el tiempo, Viajera y Tambores de otoño, Diana Gabaldon ha escrito una historia de amor diferente, en la que los encuentros fortuitos y el juego equívoco del tiempo se conjugan en un intrigante final.
Tenía muchas ganas de hacer una reseña de este libro pues recordaba lo mucho que me había gustado, sin embargo el paso del tiempo hizo que mi memoria fallara, y ya que en el pasado me quedé en la mitad del tercer libro, opté por la solución más sana a mi problema: leerlo todo de nuevo, y así también podría continuar con los demás sin problemas.
A pesar que ya conocía el final y gran parte de las escenas se me hacían familiares, eso no impidió que disfrutara cada palabra, que volviera a emocionarme, a sufrir, a reír y llorar con cada uno de los personajes. Fueron más de 700 páginas que me ocuparon apenas dos días.
Con esta introducción ya adelanté mi veredicto final, y como ya no es un misterio, en los siguientes párrafos les contaré por qué La Forastera es un libro fascinante.
La historia comienza poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, ahí conocemos a Claire Randall, una talentosa enfermera. Ella y su marido han decidido retomar su matrimonio, luego que el conflicto bélico los mantuviera largamente distanciados, y qué mejor que celebrando su tan anhelada Luna de Miel. ¿El destino? Escocia. Frank Randall es un historiador, cuyo más reciente capricho es estudiar a sus antepasados y armar su árbol genealógico. Así es como Claire acaba aprendiendo y conociendo de nombre a muchos personajes que más tarde acabaría conociendo en vida.
Luego de presenciar un ritual mágico en Craihg Na Dun, Claire regresa para analizar el sitio y recoger algunas plantas, cuando al tocar una roca, todo su mundo se da vuelta. Al igual que en las leyendas, es transportada doscientos años en el pasado. La primera persona con la que se encuentra es nada más ni nada menos que Jonathan Randall, un antepasado de su marido, cuya personalidad sádica y malvada se manifiesta de inmediato.
Desesperada, Claire escapa y es ayudada por el clan Mackenzie, sin embargo mientras ella sea inglesa no es mucho lo que pueden hacer de ese lado de la frontera, y solo hay un modo de volverla escocesa: el matrimonio.
El candidato: Jamie Fraser.
Es increíble la facilidad con la que Diana nos introduce en las Highlands, en el siglo xviii, y el conflicto entre Escocia e Inglaterra. La narración es detallada, sublime, sin llegar a ser tediosa pese a la gran cantidad de descripciones, es más, sin ellas jamás podríamos sumergirnos tan a fondo en un escenario que, por lo menos para mí, es desconocido, pero aún así logré imaginar.
El libro tiene varios puntos fuertes, partiendo por sus personajes. La protagonista Claire destaca por su inteligencia, por su capacidad de adaptarse y salir airosa ante toda situación. Me gusta por su agudeza, porque a pesar de lo que estaba viviendo fue capaz de mantener el control y utilizar sus conocimientos, tanto médicos como del futuro, a su favor. Su personalidad testaruda tiende a chocar con la de Jamie, pero aún así se complementan. Ambos reman hacia un mismo lado y superar las adversidades.
Jamie es un joven de veintitrés años, fugitivo de la justicia inglesa. Impedido de volver a casa, sin dinero ni un futuro alentador, no tiene nada más que perder cuando le sugieren casarse con Claire, dada su inestable situación, la boda le resulta incluso conveniente, sin embargo más tarde reconoce que en su fuero interno sí deseaba el arreglo. Audaz, intrépido, inteligente, y valiente, su personalidad va evolucionando a lo largo de la historia, sorteando las distintas pruebas que le impone el camino.
Dougall y Callum los dos hermanos que representan los dos lados de una misma moneda, el gobierno. Uno tiene la inteligencia y el otro, la fuerza. Unidos, en ocasiones serán aliados de la pareja protagonista, o a veces serán sus peores enemigos.
Rupert y Mortang, ambos viejos, ejemplos de fidelidad, que no temen poner sus vidas a disposición para salvar a un amigo. Geillis Duncan, una mujer que abrazó su nueva realidad, abanderándose incluso por un bando político, sin importar el costo.
Por otra parte, siempre he valorado la documentación a la hora de leer una novela histórica, y el trabajo de Diana en este aspecto es notorio. El entretejo que conforma el contexto político, las locaciones, la magia y tradiciones escocesas resulta sencillamente fascinante.
No existe un punto débil, ni siquiera a la hora de describir un parto o cómo reparar un hueso dislocado, dándole un tremendo realismo a una obra que tiene como base la fantasía. Destaco también, la maestría con la que se describen las escenas eróticas, sin llegar a ser obscenas.
Me gustó incluso la visión que se le dio a la religión, que luego de ser enjuiciada por brujería, en la abadía se considerara su caso como un milagro de Dios y además, la nueva interpretación que se le dio a la inquisición, siendo las brujas simples jóvenes atrapadas en una época anterior a la que les correspondía.
Hay un punto que me toca un poco, sin embargo, y es la tremenda violencia que percibí en la obra. No digo que hubiese herido mi susceptibilidad, pero sí habían agresiones por lo menos injustificadas, e incluso comentarios u acciones que denotaban un exagerado machismo. Comprendo que para la época en que está ambientado puede parecer "normal", pero de todos modos no me convence.
Es un libro larguísimo que al final se hace cortísimo.
¡Hecho para devorarse!
Además de artículos profesionales, Gabaldon se inició en la literatura escribiendo cuentos para posteriormente pasar a la novela, comenzando a publicar en Internet. Ha recibido el Premio RITA en 1992 y el PEN Book Award en el año 2006.
En sus novelas de ficción histórica se combina el romanticismo y la ciencia ficción, siendo especialmente conocida por sus novelas de Outlander, en las que mezcla higlanders y viajes en el tiempo. De hecho, Outlander ha sido adaptada como serie de televisión, logrando un gran éxito en todo el mundo.
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